FILOSOFÍA ¿PARA QUE?
Vivimos en una sociedad mercantilista donde todo tiene que representar un provecho, una ganancia o una utilidad. Difícilmente puede cuestionarse para qué sirve un soldado, porque sabemos que sirve para defender un país; o un arquitecto porque sirve para construir edificios; lo mismo podemos decir de un periodista que sirve para transmitir noticias. Pero un filósofo ¿sirve para algo? Si la filosofía no tiene ninguna utilidad, ¿por qué sigue existiendo? ¿Por qué se sigue impartiendo en los centros de estudio? Sin lugar a dudas se ha intentado erradicar las disciplinas filosóficas de las currículas escolares.
Además de que los filósofos son vistos con regularidad como personas inconformes que
cuestionan y están en contra de todo, ¿cuál es su utilidad?
A cuantos profesores de filosofía se les ha planteado la clásica pregunta: ¿En la vida
práctica para qué me va a servir esto?
En su defensa diría que la filosofía contribuye a reflexionar sobre los grandes problemas de la humanidad.
Las preguntas que formula el pensamiento filosófico son la clave del desarrollo de la
especie humana, y por lo tanto, provocan cambios en nuestra forma de organizarnos, de
pensar y de actuar.
Sócrates, Platón, Descartes, Voltaire, Montesquieu, Kant, Hegel (sólo por citar algunos),
con sus obras contribuyeron a cambiar profundamente el lugar del hombre en el mundo.
Apareciendo concepciones como los derechos humanos, la sociedad del bienestar, las
posiciones políticas, la libertad, el feminismo, la democracia, etcétera.
El quehacer de los filósofos, entonces, contribuye a desestabilizar el dominio de las formas
de pensamiento imperante.
Marx decía que la filosofía no había hecho más que” interpretar el mundo de diversas
maneras, mientras que de lo que se trataba era de transformarlo”.
La filosofía sirve para saber cuáles son los prejuicios y los estereotipos que tenemos, cuáles
son las ideas preconcebidas que llevamos con nosotros y nos permiten tomar una posición
frente a otra.
Nos hace conscientes de la diversidad de ideas que existen y que las personas podemos
tener opiniones diferentes, algunas más fundamentadas que otras.
Concluyendo, la filosofía nos enseña a dialogar y a ser rigurosos con el uso de las palabras,
tener un pensamiento crítico, pensar por nosotros mismos, adquirir un pensamiento
creativo y capacidad para la resolución de los conflictos de forma reflexiva, racional y
argumentativa.
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